domingo, noviembre 12, 2006

Diario PERFIL, Edición impresa, 12 de Noviembre de 2006.-

por 60 dias
Telerman analiza frenar nuevos permisos para construir torres
Las protestas de los vecinos de Caballito motivaron al jefe de Gobierno a estudiar la posibilidad de suspender por 60 días las autorizaciones para comenzar nuevas construcciones de edificios de varios pisos. Las limitaciones serían sólo para ése y otros barrios afectados por la sucesión de nuevas obras. El borrador del decreto ya está listo.

Por ceferino reato

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, ordenó la elaboración de un decreto para frenar por 60 días los permisos para construir edificios en la Ciudad de Buenos Aires. La intención de Telerman busca satisfacer los reclamos de vecinos de Caballito y de otros barrios, molestos por la aparición de torres y edificios altos provocada por la reactivación de la construcción. Pero las diferencias entre los colaboradores más cercanos de Telerman han retrasado la firma del decreto, que estaba prevista para este fin de semana. La principal diferencia es a cuántos barrios afectará la medida. Todo comenzó el miércoles. “Telerman nos dijo que quería parar todos los permisos en toda la Ciudad”, contó a PERFIL un colaborador del jefe de Gobierno. Según esta fuente, Telerman estaba impactado por las protestas de los vecinos de Caballito, que lograron que la Justicia obligara al Gobierno porteño a paralizar la construcción de nuevos edificios en 16 manzanas de ese barrio.El pedido de Telerman fue avalado por la Procuración de la Ciudad, que indicó que podía ser realizado bajo la forma de un decreto de necesidad y urgencia y por un tiempo preciso, 30 o 60 días, aunque renovable.Pero otros funcionarios fueron sugiriendo distintas modificaciones al decreto. Otro informante reveló que, en una reunión, fue objetada la intención de que el decreto alcanzara a toda la ciudad, con el argumento de que las quejas estaban localizadas y que la reactivación de la construcción no afectaba por igual a todos los barrios de la Ciudad.
Al final, fue elaborado un borrador que limitaba el decreto a algunos barrios, como Caballito y Coghlan, según dos criterios: zonas de baja densidad, es decir barrios de casas, y aumento considerable en los permisos de construcción.“La intención es proteger a los barrios donde predominan las casas con jardines y donde ha habido en los últimos meses un gran aumento en los permisos de construcción de edificios”, explicó la fuente. Según este funcionario, Caballito permite por su zonificación la construcción de edificios en altura, dado que es una zona “R2A” (Residencial Mixto de Alta Densidad) en el Código de Planeamiento Urbano, que comenzó a atraer a inversores con ese fin cuando la crisis económica dejó paso a una reactivación de la construcción.En el Gobierno porteño reconocen que el Código de Planeamiento Urbano es viejo, de 1978, y que los ajustes realizados en 1989, 1999 y 2003 no han sido suficientes para adaptarlo a la evolución de la Ciudad o para proteger a las zonas que se han ido transformando en barrios de casas. Pero culpan a la Legislatura de una escasa voluntad en ocuparse de estos asuntos complejos.
El drama cotidiano de vivir en una zona en donde algunos servicios ya colapsan

Entre el tránsito y los ruidos de las dos torres que se levantan frente a su casa, en Avellaneda al 700, María Cristina grita para hacerse escuchar y anuncia que “el barrio no va a aguantar”. Vecina de Caballito desde hace 50 años, explica por qué no quiere más construcción sin infraestructura adecuada: “Desde 2002 se tapa la red cloacal y, por la presión, el sótano de mi casa se llena de aguas servidas. Ya van cuatro intervenciones de AYSA para solucionarlo pero una vez por mes tenemos que llamar al camión para que venga a destapar”. Lo que le ocurre a María Cristina La Torre es el mayor temor de los vecinos de Caballito y su principal argumento para frenar el crecimiento exponencial de la construcción en este barrio: lograron que la Justicia porteña fallara esta semana a su favor y ordenara al Gobierno de la Ciudad no entregar más permisos de obra en un radio de 16 manzanas hasta tanto se realice un estudio de impacto ambiental que garantice que la infraestructura existente soportará el boom del barrio. Con este antecedente, los vecinos anuncian una ola de presentaciones de amparo. Sin embargo, tanto las autoridades del Gobierno porteño como especialistas de la construcción insisten en que lo que se está haciendo está contemplado por el Código de Planeamiento Urbano y que no es cierto que vaya a colapsar la infraestructura: “Sus argumentos pueden ser entendibles pero sus temores son puras especulaciones. Me parece preocupante que la Justicia ordene frenar obras por presión de los vecinos”, opina Daniel Silberfaden, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos.Villa Urquiza y Palermo también se sumaron a la protesta contra las torres y el boom de la construcción. El viernes 10, los residentes de ambos barrios hicieron sus primeras reuniones para discutir los pasos a seguir y están organizando un reclamo conjunto con 14 actos simultáneos en esquinas emblemáticas el jueves 23 a las 19, y entre las 20 y las 20.10, un cacerolazo.

No hay comentarios.: