domingo, julio 08, 2007

TODA LA RAZON...


Diario CLARIN

PROBLEMAS CON LAS CONSTRUCCIONES : HAY MAS DE CIEN OBRAS PARADAS EN CINCO BARRIOS PORQUE NO RECIBEN LA AUTORIZACION PARA CONSTRUIR Oficial: hasta que garanticen el agua, las obras seguirán paradaLo admitió el Gobierno porteño. Sostiene que dará los permisos para edificar a medida que AySA haga los trabajos necesarios. Los vecinos dicen que las torres generan menos presión de agua y problemas cloacales.

Daniel Gutman
dgutman@clarin.com

El Gobierno porteño admitió ayer que más de cien proyectos inmobiliarios de gran dimensión, que están parados por el impacto que tendrían sobre la red de agua y cloacas, no serán autorizados a comenzar hasta que la empresa estatal AySA realice los trabajos de ampliación y modernización necesarios para atender la mayor demanda. Lo hizo a través del ministro de Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi, quien así confirmó la información publicada en exclusiva por Clarín sobre las obras frenadas por temor a problemas con la infraestructura sanitaria."Los permisos de construcción se irán otorgando, pero no en lo inmediato, sino de manera gradual. Mientras la infraestructura no esté lista, no podemos hacer otra cosa. El análisis que hicimos indica que hay determinados barrios con problemas en la red para soportar el crecimiento inmobiliario, porque Aguas Argentinas no hizo ninguna inversión durante diez años", dijo Schiavi a este diario.
Aguas Argentinas era la empresa de capitales franceses que manejaba el servicio hasta que el Gobierno la estatizó, el año pasado."Nosotros estamos interesados en que la Ciudad crezca y los constructores construyan, pero tenemos que cuidar que no les saquen el agua a los demás vecinos", agregó el funcionario.Según el Gobierno porteño, las obras paradas por este motivo son 131, tres menos que el número que dio AySA a este diario, como se publicó ayer.El ministro Schiavi hizo esta aclaración por la tarde, luego de que, por la mañana, AySA saliera a despegarse del problema y a responsabilizar al Gobierno de la Ciudad. El secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, y el titular de AySA, Carlos Ben, fueron convocados de urgencia a la Casa Rosada por el presidente Néstor Kirchner, a raíz de la información publicada por Clarín.Luego de una breve reunión con Kirchner, López y Ben dieron una conferencia de prensa en la que indicaron que AySA "no tiene en perspectiva ningún problema de provisión del servicio". La compañía además emitió un comunicado en el que aseguró que "se encuentra en capacidad de realizar las obras, muchas de las cuales ya están en marcha siendo su tiempo de ejecución, en todos los casos, menor que el necesario para la construcción de los edificios".
El telón de fondo de esta situación es el movimiento vecinal de oposición a la construcción de edificios, que creció el año pasado en varios barrios. Para dar una respuesta, el Gobierno de Jorge Telerman frenó por decreto los permisos para obras nuevas durante 90 días, en diciembre pasado, en los seis barrios más buscados por los constructores.Cuando se venció ese plazo, la Comuna resolvió que, antes de otorgar permisos, se exigiría un certificado de factibilidad de AySA en cinco de esos seis barrios. Se trata de las zonas consideradas más críticas por el estado de su red sanitaria y por su crecimiento inmobiliario: Palermo, Caballito, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza y Coghlan.Al mismo tiempo, la Ciudad y AySA firmaron un convenio para que la empresa, en un plan trianual que contempla $ 160 millones, haga las obras necesarias de ampliación de caños y modernización de la infraestructura. Ese plan, según dicen ambos, ya está en marcha.El punto es que AySA no otorga los certificados de factibilidad para los proyectos que superen los 5.000 m2 cubiertos. En cambio, los eleva a la consideración de una comisión creada en el ámbito del ministerio de Obras Públicas porteño, que es donde quedan trabados.La empresa de agua asegura que, al mismo tiempo que se realizan las mejoras en la red, podrían empezar a construirse los edificios. Pero en la Comuna dicen que ese es un riesgo que no pueden correr."
Esta historia empezó el año pasado con el movimiento vecinal y con cuatro jueces que estaban aceptando amparos para parar la construcción en diferentes barrios. Nuestra tarea es armonizar los intereses de los vecinos con los de los constructores. Las inversiones ya se están haciendo y van a resolver los problemas no sólo para las obras nuevas que se quieran construir sino para toda la zona", dijo Schiavi.El Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), mientras tanto, se queja por las obras paradas y dice que así se pierden inversiones y fuentes de trabajo. "Si la infraestructura no es suficiente, como dicen algunos, es obligación del Estado hacer las obras", afirmó su presidente, Carlos Berdichesky.
Ver: http://www.clarin.com/diario/2007/07/04/laciudad/h-03401.htm

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