sábado, marzo 03, 2007

EL ARQ. CESAR PELLI NOS DA LA RAZON


César Pelli El reconocido arquitecto argentino opina del auge de la construcción en la Argentina y el mundo. Dice que en las obras en altura es importante tener en cuenta la opinión de los vecinos del barrio. Elogia la devaluación de 2002 y detalla su nueva megaobra en Sevilla.

Mundialmente famoso por sus rascacielos, César Pelli, vive y trabaja desde hace tres décadas en New Heaven (Connecticut), donde está la sede del estudio Pelli Clarke Pelli Architects. A pesar de tener obras en los cinco continentes, a sus 80 años lamenta no poder tener más proyectos en su país natal: "Nuestros costos no son competitivos con los de los estudios argentinos tras la devaluación", explica el arquitecto. Acto seguido aclara que "la devaluación fue una decisión inteligente" que le permitió al país competir fuerte en el exterior. De su última visita a la Argentina rescata "la vitalidad de la construcción en Buenos Aires" y es optimista con respecto al futuro: "Tiendo a pensar que el país está organizado, reestructurado y que esta prosperidad va a durar". Sobre las actuales restricciones a las nuevas torres en algunos barrios porteños, está de acuerdo "con la participación de los vecinos en la decisión".
Fortuna: Cuando estuvo en el país el año pasado, ¿qué impresión se llevó con el resurgimiento de la industria de la construcción?Pelli: Es impresionante la vitalidad que se ve en Buenos Aires, con todas las obras en construcción y cómo se siente la prosperidad. Es tal la cantidad de turistas de la ciudad, que hasta me costó conseguir habitación en un hotel.
Fortuna: ¿Y usted cree que es una burbuja que en cualquier momento se desinfla?Pelli: Yo no sé lo suficiente de economía a ese nivel como para saber si hay una burbuja, o si en la Argentina al fin se han puesto las cosas en orden. Como soy optimista y me gusta serlo, tiendo a pensar que el país se ha organizado, reestructurado y que esta prosperidad va a durar.
Fortuna: ¿Tiene ganas de encarar algún otro proyecto en Buenos Aires?Pelli: Siempre hay ganas. Aunque para nuestro estudio de Estados Unidos, los costos nos ponen fuera de toda posibilidad de competir por nuestros aranceles.


Fortuna:¿Qué opina de las restricciones a las nuevas obras en altura en Buenos Aires, como en el barrio de Caballito?Pelli: Para mí es muy importante que estas decisiones se tomen con la participación de los vecinos, porque el crecimiento en alto se puede hacer de una manera que sea aceptable para el vecindario.


GANADOR. Por estos días César Pelli se encuentra trabajando en una torre en la ciudad de Sevilla, sobre terrenos que se utilizaron en la exposición internacional en la década pasada, con un costo de construcción de u$s 177 millones y final de obra para el año 2010. Su estudio fue uno de los dos finalistas del concurso de proyectos del Ayuntamiento y finalmente ganó, no sólo por ser el más económico, sino por rentabilidad, eficiencia y diseño. De este modo Pelli suma otra obra monumental, cercana al símbolo de esa ciudad andaluza: la Giralda, que pondrá a todo el mundo a mirar para arriba.
Fortuna: ¿Por qué ha dicho que la altura era la decisión fundamental del proyecto de la torre en Sevilla?Pelli: A todos los concursantes nos dieron una cierta cantidad de metros cuadrados, pero nosotros podíamos decidir si los usábamos todos en la torre o distribuirlos además en otros edificios más bajos. Y nuestro estudio prefirió esta última opción.
Fortuna: ¿Cuál fue el motivo?Pelli: Como el solar que ellos tenían allí era muy grande, que sería de unas tres manzanas porteñas sin subdividir pero dispuestas de una cuadra de ancho por tres de largo, la torre se emplazará en una punta comunicando todo el predio con un puente muy importante. Y para el resto del terreno proponemos dos edificios bajos, que varían en altura de dos a cuatro pisos aunque son largos y ondulantes.

Fortuna: ¿Pero al distribuir la volumetría no perdió la posibilidad de hacer una torre más al estilo Pelli?Pelli: Quizás sí, pero tiene una razón de peso. Sevilla es una ciudad muy antigua, que se ha preservado casi intacta por siglos, sin la inmensa cantidad de construcciones de otras zonas del mundo. Sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial, en cientos de ciudades se ha construido muy rápido y muy mal, pero no es el caso de Sevilla que aún se mantiene baja.



Lucio Di Matteo
Fuente: Revista FORTUNA.

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