domingo, marzo 04, 2007

MAS TORRES...

Revista FORTUNA

Los minoristas cambian bonos por ladrillos
Grandes fondos de inversión internacionales impulsaron el boom inmobiliario de la Argentina. Ahora llegan los pequeños inversores del exterior.

Por Luis Rodríguez

La recuperación económica que está viviendo la Argentina en los últimos cinco año ha creado oportunidades atractivas en el sector inmobiliario, especialmente para los inversores extranjeros, ávidos de comprar grandes superficies a bajo precio. Edificios, lotes, estancias, campos y viñedos se han convertido en el negocio preferido de los inversores internacionales que encuentran valores de mercado muy bajos respecto de las principales ciudades del mundo. Si bien en los años previos a la crisis, las inversiones inmobiliarias por parte de capitales del exterior eran prácticamente nulas, gracias a los emprendimientos que se fueron levantando a lo largo de Puerto Madero, Recoleta, Barrio Norte y Palermo los índices treparon vertiginosamente hasta alcanzar el 30% sobre la inversión total. Sin embargo, recién en el último tiempo se consolidó una nueva tendencia que va mucho más allá de la del gran inversor extranjero: igual que los títulos de deuda argentina que, en su momento, terminaron en manos de jubilados italianos, alemanes, españoles o japoneses, ahora son esos mismos "inversores minoristas" que se sienten atraídos por la rentabilidad de los ladrillos argentinos."Hoy por hoy, la Argentina les ofrece a los inversores inmobiliarios internacionales una amplia y variada oferta en inmuebles residenciales, comerciales y de pequeña escala. El país experimentó síntomas recesivos entre 1998 y 2001 que ha sido comparado con la gran depresión en Estados Unidos, a comienzos de la década del 30, y eso se reflejó directamente en el sector inmbiliario. Ahora, con un crecimiento económico anual de más del 9% durante casi cinco años consecutivos de crecimiento sostenido, el mercado inmobliario también acusa un tremendo impacto", explica Fernando Burone, director de la Maestría en Desarrollo de Emprendimientos Inmobiliarios de la Uiversidad de Belgrano, y titular de la consultoría en desarrollo de emprendimientos que lleva su nombre.
En la mayoría de los distritos de la Capital Federal y en una importante franja del conurbano norte bonaerense el precio de los bienes raíces en el mercado premium no sólo se han recuperado a los niveles de las precrisis, sino que en muchos casos es mayor que el valor anterior a la devaluación del peso. Hoy por hoy, el valor del metro cuadrado en Capital Federal se ubica entre los u$s 1.000 y 4.000, aunque hay algunas zonas donde el metro cuadrado se cotiza entre los u$s 5.000 y u$s 7.000. Igualmente, estos valores están muy por abajo de los precios internacionales, sobre todo teniendo en cuenta que la Argentina cuenta con ciudades, edificios, cultura, gastronomía, campos, áreas para explotación turística, geografía de enorme calidad, como las grandes ciudades y países del mundo. "En Madrid, el metro cuadrado oscila entre los u$s 3.000 y u$s 20.000; en Miami entre los u$s 5.000 y u$s 15.000; en Nueva York entre u$s 8.000 y u$s 50.000 y, en Hong Kong, entre los u$s 40.000 y u$s 70.000 Esta enorme diferencia que se da entre el mercado local y el internacional es irresistible para los inversores extranjeros que buscan realizar grandes negocios con la menor inversión posible", expresa. De acuerdo con datos oficiales, la Argentina mantiene u$s 160.000 millones fuera del país. Burone supone que mucho de ese capital está regresando, aprovechando las ventajas de los bajos precios de propiedades comparados con otras ciudades del mundo y que son parte de los muchos inversores que deciden comprar una casa de fin de semana, un campo, o un departamento con el único objetivo de ponerlo en alquiler. "Más aún –dice el especialista– existe un boom en la agricultura en el interior del país y con las pocas oportunidades de inversión, fuera de ladrillos y tierras, el dinero se orienta al rubro de bienes raíces residenciales. Esto está creando oportunidades".TORRES, CAMPOS Y VIÑEDOS. En el interior del país también se está reflejando esta suerte de fiebre extranjera por adquirir propiedades, lotes, campos y hasta viñedos. En Rosario el metro cuadrado se cotiza hasta 1.500, mientras que en Córdoba está en el orden de los u$s 1.300. "Hay más de 200 torres residenciales de alta calidad que se están construyendo en las principales ciudades del interior: Rosario (22 torres), Neuquén (28 torres), Mar del Plata (22 torres), Mendoza (33 torres), Córdoba (38 torres), que se están desarrollando ya sea a través de capitales extranjeros como inversores locales, especialmente de capitales vinculados con la actividad agropecuaria. En el caso de los inversores extranjeros, lo hacen ya sea para alquilarlos o simplemente pensando en que la Argentina es un lugar realmente interesante para vivir en algún momento de sus vidas. "El mercado local les ofrece una renta del 7% anual, lo cual triplica la renta en euros en bancos de primera línea internacionales europeos y duplica la misma renta en cuentas en europa en dólares, además de una plusvalía anual del inmueble", compara Burone.Además, el resurgimiento de la agricultura a partir del marcado incremento registrado en las exportaciones después de la devaluación despertó el interés de los inversores extranjeros también por campos y viñedos. "Si al por demás bajo valor internacional de la tierra, le sumamos el prestigio del vino, la ecuación perfecta para que el inversor descubra un nicho atractivo", concluye.

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