domingo, marzo 04, 2007

LOS POLITICOS, UN PASO ATRAS DEL PUEBLO


Un modelo urbano que atrasa
por Ricardo Roa EDITOR GENERAL ADJUNTO DE CLARIN
rroa@clarin.com

Si no fuese porque aquí la burocracia tiene fallado el gen de la eficiencia, esta pelea por las torres no hubiera probablemente existido. El plan urbano ambiental ya lleva seis años entre papeleos y cajones y aún lo está, al menos en un sentido: espera por tercera vez ser tratado por los legisladores. De haberse aprobado en su momento, tendríamos el nuevo código surgido del plan y reglas que protegieran el paisaje de los barrios.Pero hasta tanto esto ocurra —si es que ocurre— seguirán las batallas como la de ayer en Tribunales entre vecinos de Caballito y una constructora. Si se busca entender en lugar de condenar, en este conflicto los dos tienen razón. Los empresarios compraron un terreno a un precio acorde con la torre que podrían legalmente levantar. Y los vecinos quieren evitarlo. Y ni hace falta explicar por qué.La culpa en realidad es del código actual, que permite edificios altos en zonas de casas bajas. Es actual pero tiene 30 años. Se había propuesto otra cosa: hacer una ciudad ideal, más higiénica y funcional. Diferenció así zonas para vivir y trabajar, creó las autopistas y promovió las torres como un modelo que iba a permitir jardines en las plantas bajas y viviendas arriba, más luminosas y con mejor vista. Claro que se dibujó sobre un papel que no estaba en blanco. Ya había un patrimonio urbano.Hoy se enfrentan ese modelo ideal con la ciudad real. Es un problema de convivencia. No está nada mal que haya sectores para torres: las grandes ciudades necesitan ser densas para ser sustentables. Y las torres no tienen por qué ser adefesios de cemento. Pero la ciudad también se construye con la historia.Los códigos se hacen para responder a las nuevas necesidades. Por eso deben actualizarse. El que tenemos hoy atrasa. Y más allá de algún eventual interés político, la protesta vecinal puso ese reloj otra vez en marcha.

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