domingo, noviembre 12, 2006

LA NACION

Diario LA NACION; 12 de Noviembre de 2006.-

Telerman suspendería las nuevas obras por decreto .

Frenarían la construcción de torres.

El gobierno porteño dejaría de emitir permisos hasta que la Legislatura local sancione el Plan Urbano

La ciudad analiza la medida en respuesta a los reclamos de varias asociaciones vecinales. Se intensificarán los controles y elaborarán un mapa real de riesgo para los servicios públicos

El jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, decidió intervenir en la polémica que comenzó hace unos meses por la construcción de torres de edificios en algunos barrios porteños. Según pudo saber LA NACION, Telerman podría suspender en las próximas horas la entrega de permisos de construcción por un tiempo determinado hasta que se elabore una serie de medidas tendientes a ordenar el planeamiento urbano de la ciudad. Así lo confirmó a LA NACION una fuente cercana al jefe de gobierno: se trabaja en una iniciativa, que podría ser un decreto, por el que se piensa suspender por un tiempo determinado (60, 80 o 90 días) la entrega de nuevos permisos de construcción. Los temas en discusión son muchos y variados: se trasladaría la discusión a la Legislatura porteña, donde está pendiente la sanción del Plan Urbano Ambiental, previsto en la Constitución de la ciudad, que permitirá definir dónde se podrá seguir construyendo y dónde no, por ejemplo; también se intensificarán los controles en las obras que ya comenzaron y que, según denuncias de vecinos, no cumplen con la normativa vigente. La situación real Otra cuestión importante, que podría empezar a debatirse esta semana, es la real situación de los servicios públicos en la ciudad, especialmente el de agua de red. El secretario de Prensa y Difusión porteño, Oscar Feito, confirmó la información: "El gobierno va a intervenir de manera integral con una batería de medidas en el tema que se ha planteado". Y negó la versión de que se pensara en detener las construcciones en curso en barrios como Palermo o Caballito. "De ningún modo se frenará la construcción, actividad que es hoy uno de los motores de la economía", aclaró. Según las organizaciones vecinales, varios servicios estarían al borde del colapso. Distintos urbanistas vienen alertando que si las construcciones siguen al ritmo en que están ahora, las redes de servicios no soportarían más de diez años. En el gobierno confirman que la situación está controlada durante la próxima década. Pero no más. "Para tener un mapa real de riesgo comenzarán esta semana las reuniones con los representantes de las empresas prestadoras de servicios públicos", adelantó la fuente y precisó que en el gobierno se había estado trabajando toda la semana en el tema con un gabinete reducido del que habían participado los ministros de Obras Públicas, de Gobierno, de Espacio Público y de la Producción. En el gobierno admiten que se está ante un tema complejo: el boom inmobiliario funciona hoy como un importante ingreso económico para la ciudad; también hay obligaciones contractuales que provocarían una ola de juicios si el gobierno decidiera intervenir. A esto se suman las normas vigentes y las que se adeudan, y un tema no menor: la cercanía de las elecciones comunales, que ha dado a algunas organizaciones vecinales una inyección de energía. "La gente puede tener el deseo de vivir de determinada manera, pero también se vive dentro de un marco normativo. Es una realidad compleja y hay que acordar", dijo la fuente consultada por LA NACION. La justicia porteña dictó la semana pasada una "medida cautelar que supeditó a un estudio de impacto ambiental las nuevas construcciones en el barrio de Caballito", tras varias presentaciones realizadas por vecinos y apoyadas por diputados porteños. La medida cautelar, que no resolvió la cuestión de fondo, suspendió la entrega de permisos para construir edificios en las manzanas delimitadas por Paysandú, Aranguren, Martín de Gainza y Gaona, en Caballito. Precisamente, el diputado kirchnerista Sebastián Gramajo calificó de "ejemplar" la resolución de la jueza Alejandra Petrella de no otorgar más permisos para realizar construcciones en aquella zona. La medida cautelar llegó en respuesta a un recurso de amparo presentado por Mario Oybin, habitante de Caballito. Los vecinos se basan en que ése es el barrio de la Capital con mayor densidad poblacional; tiene 180.000 habitantes en siete kilómetros cuadrados. Manifestaciones En los últimos meses, vecinos de Caballito, de Palermo, de Villa Urquiza y de otros barrios se manifestaron públicamente y mantuvieron reuniones con funcionarios. Anteayer, por ejemplo, un reducido grupo de manifestantes reclamó que se detuviera la construcción de dos torres sobre la calle Juan B. Justo, con el argumento de que los servicios en los barrios no alcanzarán a abastecer a todos los ciudadanos. Precisamente, en esas zonas regiría la suspensión en la que trabaja el gobierno, mientras que en el resto de la ciudad no habría restricciones, según precisaron las fuentes.

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/858065.

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